El amianto también conocido como asbesto es un material de construcción prohibido en España desde el año 2002 y en la Unión Europea desde el 2005. Pese a ello se encuentra en numerosas construcciones anteriores, lo cual puede resultar un riesgo para la salud.
Pero ¿qué es el amianto?
Se trata de un componente de fibrocemento muy económico que cuenta con una gran resistencia tanto aislante como al calor. Se compone de unas microfibras que, en caso de manipulación, se suspenden en el aire pudiendo dañar la salud.
Los daños se provocan al respirarlas y pueden desencadenar diferentes enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio. El compuesto se encuentra en diferentes materiales de construcción como tejas, baldosas y cementos, aunque su uso dio el salto a otros sectores como el de la automoción o el siderúrgico. No es dañino mientras no se manipule, ya que las fibras se liberan cuando sufre algún tipo de modificación.
Una empresa especializada para retirar el material
Una vez hayas detectado la presencia del amianto y te decidas a retirarlo tienes que contactar con una empresa especializada. Este tipo de empresas deben contar con un certificado conocido como RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto)
Se trata de un organismo oficial que regula la retirada y el tratamiento del producto, así como la seguridad de los que realizan esta labor. Este registro varía en función de la comunidad en la que esté ubicada la empresa, por lo que no olvides de consultarla para la provincia en la que residas.
Las empresas que se dedican a la retirada de este elemento deben cumplir otra serie de normativas relacionadas con la seguridad de los operarios, así como con el tratamiento del amianto una vez realizada su retirada.
Cómo se retira el amianto
Para realizar la retirada del amianto se necesitan unos pasos administrativos previos. La empresa elegida debe realizar un plan de trabajo que ha de ser aprobado por las autoridades competentes. Al mismo tiempo, se tramitan los permisos necesarios relacionados con el vertedero y el transporte del producto, pues tiene el tratamiento de Residuo Peligroso.
Una vez recibida la autorización pertinente, comienzan los trabajos. Se retira el amianto de la zona, los materiales extraídos serán encapsulados y etiquetados correctamente, para poder proceder al transporte y gestión correspondiente.
Una vez finalizado el trabajo, se realiza una medición para comprobar que la concentración de fibras en el lugar no entraña ningún riesgo para la salud. Una vez constatado, el laboratorio de control que ha realizado las mediciones, deberá emitir los certificados correspondientes.
Se trata de un proceso complejo, pero en el que la empresa que decidas contratar se encarga de todo el papeleo. Contar con especialistas en la retirada de este residuo no solo es muy recomendable sino que también es algo obligatorio.
Si cuentas con un espacio donde haya amianto ponte en contacto con nosotros para eliminarlo lo más pronto posible, sin duda te ahorrará problemas futuros.